Fuente: TecnologiaDj
Dominar el arte de la mezcla es uno de los desafíos más exigentes a los que se debe enfrentar un DJ. A medida que se va adentrando en la profesión es lógico que en un momento dado la obsesión por mezclar correctamente sea tan importante como la de conseguir la mejor música para nuestras sesiones.
Sin embargo, hay factores que pueden hacer temblar al DJ más experimentado, a continuación los 5 momentos más difíciles para mezclar si eres DJ:
1. En el cambio entre DJ y DJ
Cuando realizamos el temido cambio entre DJ y DJ las posibilidades de fallar en la mezcla son muy altas. Muchas veces la complejidad técnica que conlleva conectar nuestro setup y desconectar el del DJ que se va nos hace perder la concentración y fallar en la primera mezcla.
Muchos DJs recurren a los socorridos efectos, especialmente el Delay y el Filter, para en el caso de que la primera mezcla no sea buena aplicar uno de estos efectos al tema del DJ que se va y de esta manera disimular lo mejor posible nuestro fallo.
El problema se soluciona entrenando nuestro oído y seguir practicando siempre que podamos la mezcla clásica, sin Sync, sin contador de BPMs ni ninguna otra ayuda externa. Simplemente modificando el pitch según nos lo indique nuestro oído. Esta es la única manera medianamente fiable de cambiar de DJ sin que el público se entere gracias a una mezcla mal realizada.
2. Los primeros minutos son siempre los más difíciles
Es casi imposible que no te haya pasado en alguna ocasión, comienzas a pinchar y los dos o tres primeros temas, incluso en ocasiones hasta más canciones, no sabes por qué pero no consigues mezclarlas correctamente.
No existe una razón objetiva para fallar la mezcla en este caso, nosotros creemos que simplemente no estás “caliente”. Utilizando un símil futbolístico, imagina que has entrenado toda la semana y tienes que entrar a mitad de partido, por mucho que calientes en la banda siempre existe la posibilidad de que entres “frío” al campo de juego y si es así las posibilidades de fallar siempre son altas.
La solución en este supuesto pasa por realizar mezclas sencillas, no ejecutes trucos de scratch o mezclas muy complejas. Si no estás “caliente”, lo mejor es que utilices una acapella con una instrumental o una mezcla sencilla de bombo con bombo.
No nos preguntes por qué, pero generalmente una vez que comienzas tu set, los errores del principio de la sesión se corrigen y lo normal es que en la mayoría de las ocasiones todas las veces que fallaste mezclando al principio desaparezcan a los pocos minutos de manera que te puedas pasar horas y horas pinchando sin cometer ni un sólo fallo al mezclar.
3. Demasiadas distracciones a la hora de mezclar
Utilizar el móvil, hablar con la camarera/o, atender las peticiones del público cuando no debes o hablar con los de seguridad son sólo algunas de las cientos de distracciones que puede sufrir un DJ al mezclar.
Hay una frase que deberías memorizar como un mantra: EN LA CABINA, ENTRE MENOS PERSONAS ESTÉN MEJOR. Por supuesto, no depende de ti exclusivamente que la cabina esté poblada de gogós, “fans”, el fotógrafo de turno, el promotor de la fiesta y un sin fin de individuos. Pero pon de tu parte intentando poner orden entre tanto caos, invita gentilmente a todos los que no deban estar en la cabina a que la abandone y como no, dedícate a pinchar que es lo que importa y no a consultar los likes de tu Facebook, los retweets de tu Twitter o las reproducciones de tu Soundcloud.
Garantizar un entorno con el mínimo de distracciones posibles evitará en gran medida que falles al mezclar. Lo peor de todo es que hay muchos DJs que son conscientes que de están errando la mezcla debido a las distracciones y no hacen nada para solucionarlo.
4. Errores técnicos que no dependen del DJ
Desde una aguja que falla hasta un jog wheel que no gira como debería. En las cabinas nos podemos encontrar decenas de problemas técnicos de difícil solución y una gran parte de ellos nos afecta directamente a la hora de mezclar.
Lo mejor es conocer la cabina antes de pinchar en ella, visitar con antelación el lugar y comprobar que todo es correcto o en su defecto hablar con el DJ residente y pedirle por favor la relación de problemas técnicos que presenta en ese momento la cabina del club. Es casi imposible encontrar una cabina perfecta, las reparaciones en muchos casos son caras y casi siempre el dueño del club no ve prioritario gastar dinero en algo tan “poco” importante como la cabina del DJ.
La solución en este caso es llevar siempre contigo un equipo alternativo, un interface de audio con un controlador modular de pequeño tamaño es una buena opción o incluso un smartphone o una tablet con un software instalado y que por lo menos te permita salir del paso hasta que termine tu sesión.
5. Alcohol y drogas
Este punto a pesar de ser el último es de los más habituales a la hora de “cagarla” mezclando. Es increíble la gran cantidad de DJs que ni siquiera saben que están haciendo una mezcla patética cuando van ciegos de alcohol o drogas de todo tipo.
Tanto el alcohol como las drogas producen una merma considerable de nuestras habilidades, ni siquiera el mejor de los DJs es capaz de controlar su cuerpo ante los efectos secundarios que produce el alcohol o las drogas. Para empezar disminuye significativamente nuestra capacidad de escucha, los reflejos, el sentido del equilibrio, hace que nuestras manos sean torpes y se muevan más lentamente y sobre todo afecta directamente a nuestro cerebro.
Cualquier de las razones antes nombradas ya sería más que suficiente para que jamás tomases drogas o alcohol mientras pinchas pero lo peor de todo es que ni siquiera somos conscientes de que estamos mezclando mal. Así que si te tomas esto de ser DJ en serio y quieres mezclar con un mínimo de calidad entra y sal de la fiesta tomando agua o refrescos que es la única manera de que no hagas el ridículo como DJ y como profesional de la noche.
Conclusión:
Las mezclas de DJ no son fáciles, requieren de muchas horas tras los platos, conocer muy bien la música, dominar los aspectos técnicos y saber manejar el equipo.
Sin embargo y justo después de la selección musical, es la tarea que más tiempo debe ocupar a un DJ. Conocer las formas más habituales de errar en la mezcla es una de las mejores maneras de dominar este bello arte y de seguir progresando para convertirnos en mejor DJ lo que a la larga nos garantizará estar presentes en más eventos y diferenciarnos de otros DJs.
Concéntrate, y No Duermas, Sólo Baila.
Fuente: TecnologiaDj
Dominar el arte de la mezcla es uno de los desafíos más exigentes a los que se debe enfrentar un DJ. A medida que se va adentrando en la profesión es lógico que en un momento dado la obsesión por mezclar correctamente sea tan importante como la de conseguir la mejor música para nuestras sesiones.
Sin embargo, hay factores que pueden hacer temblar al DJ más experimentado, a continuación los 5 momentos más difíciles para mezclar si eres DJ:
1. En el cambio entre DJ y DJ
Cuando realizamos el temido cambio entre DJ y DJ las posibilidades de fallar en la mezcla son muy altas. Muchas veces la complejidad técnica que conlleva conectar nuestro setup y desconectar el del DJ que se va nos hace perder la concentración y fallar en la primera mezcla.
Muchos DJs recurren a los socorridos efectos, especialmente el Delay y el Filter, para en el caso de que la primera mezcla no sea buena aplicar uno de estos efectos al tema del DJ que se va y de esta manera disimular lo mejor posible nuestro fallo.
El problema se soluciona entrenando nuestro oído y seguir practicando siempre que podamos la mezcla clásica, sin Sync, sin contador de BPMs ni ninguna otra ayuda externa. Simplemente modificando el pitch según nos lo indique nuestro oído. Esta es la única manera medianamente fiable de cambiar de DJ sin que el público se entere gracias a una mezcla mal realizada.
2. Los primeros minutos son siempre los más difíciles
Es casi imposible que no te haya pasado en alguna ocasión, comienzas a pinchar y los dos o tres primeros temas, incluso en ocasiones hasta más canciones, no sabes por qué pero no consigues mezclarlas correctamente.
No existe una razón objetiva para fallar la mezcla en este caso, nosotros creemos que simplemente no estás “caliente”. Utilizando un símil futbolístico, imagina que has entrenado toda la semana y tienes que entrar a mitad de partido, por mucho que calientes en la banda siempre existe la posibilidad de que entres “frío” al campo de juego y si es así las posibilidades de fallar siempre son altas.
La solución en este supuesto pasa por realizar mezclas sencillas, no ejecutes trucos de scratch o mezclas muy complejas. Si no estás “caliente”, lo mejor es que utilices una acapella con una instrumental o una mezcla sencilla de bombo con bombo.
No nos preguntes por qué, pero generalmente una vez que comienzas tu set, los errores del principio de la sesión se corrigen y lo normal es que en la mayoría de las ocasiones todas las veces que fallaste mezclando al principio desaparezcan a los pocos minutos de manera que te puedas pasar horas y horas pinchando sin cometer ni un sólo fallo al mezclar.
3. Demasiadas distracciones a la hora de mezclar
Utilizar el móvil, hablar con la camarera/o, atender las peticiones del público cuando no debes o hablar con los de seguridad son sólo algunas de las cientos de distracciones que puede sufrir un DJ al mezclar.
Hay una frase que deberías memorizar como un mantra: EN LA CABINA, ENTRE MENOS PERSONAS ESTÉN MEJOR. Por supuesto, no depende de ti exclusivamente que la cabina esté poblada de gogós, “fans”, el fotógrafo de turno, el promotor de la fiesta y un sin fin de individuos. Pero pon de tu parte intentando poner orden entre tanto caos, invita gentilmente a todos los que no deban estar en la cabina a que la abandone y como no, dedícate a pinchar que es lo que importa y no a consultar los likes de tu Facebook, los retweets de tu Twitter o las reproducciones de tu Soundcloud.
Garantizar un entorno con el mínimo de distracciones posibles evitará en gran medida que falles al mezclar. Lo peor de todo es que hay muchos DJs que son conscientes que de están errando la mezcla debido a las distracciones y no hacen nada para solucionarlo.
4. Errores técnicos que no dependen del DJ
Desde una aguja que falla hasta un jog wheel que no gira como debería. En las cabinas nos podemos encontrar decenas de problemas técnicos de difícil solución y una gran parte de ellos nos afecta directamente a la hora de mezclar.
Lo mejor es conocer la cabina antes de pinchar en ella, visitar con antelación el lugar y comprobar que todo es correcto o en su defecto hablar con el DJ residente y pedirle por favor la relación de problemas técnicos que presenta en ese momento la cabina del club. Es casi imposible encontrar una cabina perfecta, las reparaciones en muchos casos son caras y casi siempre el dueño del club no ve prioritario gastar dinero en algo tan “poco” importante como la cabina del DJ.
La solución en este caso es llevar siempre contigo un equipo alternativo, un interface de audio con un controlador modular de pequeño tamaño es una buena opción o incluso un smartphone o una tablet con un software instalado y que por lo menos te permita salir del paso hasta que termine tu sesión.
5. Alcohol y drogas
Este punto a pesar de ser el último es de los más habituales a la hora de “cagarla” mezclando. Es increíble la gran cantidad de DJs que ni siquiera saben que están haciendo una mezcla patética cuando van ciegos de alcohol o drogas de todo tipo.
Tanto el alcohol como las drogas producen una merma considerable de nuestras habilidades, ni siquiera el mejor de los DJs es capaz de controlar su cuerpo ante los efectos secundarios que produce el alcohol o las drogas. Para empezar disminuye significativamente nuestra capacidad de escucha, los reflejos, el sentido del equilibrio, hace que nuestras manos sean torpes y se muevan más lentamente y sobre todo afecta directamente a nuestro cerebro.
Cualquier de las razones antes nombradas ya sería más que suficiente para que jamás tomases drogas o alcohol mientras pinchas pero lo peor de todo es que ni siquiera somos conscientes de que estamos mezclando mal. Así que si te tomas esto de ser DJ en serio y quieres mezclar con un mínimo de calidad entra y sal de la fiesta tomando agua o refrescos que es la única manera de que no hagas el ridículo como DJ y como profesional de la noche.
Conclusión:
Las mezclas de DJ no son fáciles, requieren de muchas horas tras los platos, conocer muy bien la música, dominar los aspectos técnicos y saber manejar el equipo.
Sin embargo y justo después de la selección musical, es la tarea que más tiempo debe ocupar a un DJ. Conocer las formas más habituales de errar en la mezcla es una de las mejores maneras de dominar este bello arte y de seguir progresando para convertirnos en mejor DJ lo que a la larga nos garantizará estar presentes en más eventos y diferenciarnos de otros DJs.
Concéntrate, y No Duermas, Sólo Baila.
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